Del porque un día para el Grabador?
Por: JULIO CÉSAR RODRÍGUEZ JAIMES
Director
Taller de Gráfica La Huella
@tallerlahuella
@jcrodriguezjaimes
Reza la leyenda que, en un lugar de la Huella, de cuya fecha se perdió en el tiempo, me preguntaban siempre del ¿porque el día del grabador?, atine solo a recordar las caballerescas historias que leía en mi vida escolar.
Rembrandt en Colombia, Grabados, estuvo compuesta por 83 grabados provenientes de la Casa Museo Rembrandt de Amsterdam, los cuales son divididos en siete temas tratados abordados por el holandés: autorretratos, escenas bíblicas, escenas alegóricas y mitológicas, escenas de género, estudios de desnudo, paisajes y retratos.
Su
genialidad como grabador radicó en la creación de unas imágenes que no eran
simplemente la copia de sus dibujos o pinturas, sino, un lenguaje propio para
el grabado que permitió plasmar de manera única las formas, el espacio y la
luz. Asimismo, Rembrandt es reconocido por el manejo excepcional de tres
técnicas de estampación -aguafuerte, buril y punta seca-, la experimentación
con distintas tintas y mezclas de grasas y aceites con pigmentos y el uso más
de 300 tipos de papel.[1]
Rembrandt van Rijn fue un hombre que lo
vivió todo, desde la opulencia del dinero y de la fama hasta una honda soledad
marcada por el desastre de la bancarrota. Una de las particularidades más
increíbles de Rembrandt (1606-1669), según los expertos, es que realizó un gran
registro de su propia vida a través de sus pinturas, grabados y dibujos y con
ellos, la interpretación más profunda de las emociones humanas. En sus
autorretratos, el artista nacido en Leiden (Holanda), nunca se mintió, no trató
de esconder su fealdad o su precaria situación. No hay en él el menor rastro de
pose ni de vanidad, sino solamente -escribía E.H Gombrich- la penetrante mirada
de un pintor que escruta sus propias facciones, siempre dispuesto a aprender
más y más acerca de los secretos del rostro humano .[2]
Es por eso y desde ese día que le empecé a profesar una fe absoluta al gran holandés, colocando una estampita de su trabajo que de paso se convertiría como en la imagen más representativa del taller. Al que le invoca, les digo yo a mis muchachos, en los momentos más sutiles y sublimes del proceso del grabado, sobre todo cuando se trata de que la estampa “salga buena”.
“Acudid a él, en los momentos más sublimes,
difíciles y a menos que su grabado lo amerite.”
Por eso decidí empezar a celebrar en La Huella, junto con mis estudiantes, el día oficial del grabador, otorgándole la fecha del 15 de Julio, como homenaje al día del nacimiento de tan digno personaje: San Rembrandt, santo patrón de los grabadores.
Al principio parecía que lo loco de la mancha, era yo, pero empezamos la difusión por la red, y se nos fueron uniendo más amigos, más talleres, más naciones que hoy por hoy y con gran satisfacción encuentro que se sumaron y todos celebramos nuestro día.
Esta es la historia del como un “Quijote”, logro sacar una iniciativa casi que absurda y hoy tenemos
Un día, no cualquier día, es nuestro día…
[1]
REMBRANDT EN COLOMBIA, GRABADOS. Consultado en línea y disponible desde: http://sinic.gov.co/sites/rembrandt/exporemb.html
[2]
REMBRANT BIEN GRABADO. Paola Villamarín. EL TIEMPO 25 de agosto 2002.
Consultado en línea y disponible desde: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1312453